Equilibrando

¡Bienvenid@!

Ya estamos casi al final del primer cuatrimestre, con los exámenes a la vuelta de la esquina después de dos meses y medio de clases de lo que está siendo un gran primer curso de Grado en Educación Primaria. Todo este tiempo he necesitado para terminar de atreverme a escribir este blog sobre mi experiencia estudiando esta carrera. Tengo varios motivos por los que me ha apetecido hacerlo que contaré en una futura entrada.

Lo que sí voy a contar es ese último empujoncito que he necesitado para que me entrasen ganas de empezar con esto, y que le da sentido al título de esta entrada: Equilibrando.

Resulta que en Psicología de la Educación y del Desarrollo estamos estudiando ahora el Desarrollo cognitivo. Concretamente, el pasado viernes estábamos viendo este tema según Piaget, el cual expone que:

“Toda actividad es impulsada por una necesidad. Necesitar algo es un desequilibrio, por tanto toda actividad tiene como fin recuperar el equilibrio.”

Piaget (Imagen recuperada de Biografías y Vidas)

 

Es decir, todos tenemos innata una profunda necesidad de equilibrio, que es un estado de armonía mental que se logra cuando lo que desea o piensa el sujeto coincide con la experiencia que tiene en la realidad. Si el esquema mental de la persona no encaja con la realidad que tiene delante, con la experiencia que está viviendo, entonces aparece el desequilibrio, la crisis y la confusión. Para superar la confusión, habrá que modificar los esquemas antiguos y cambiarlos por otros nuevos.

EJ: Niño llora (actividad) porque quiere el muñeco (desequilibrio)

Cuando lo consigue deja de llorar, ha alcanzado la equilibrio.

En ese momento de la explicación medité sobre aquellos desequilibrios que hubiera podido vivir, reflexionando sobre uno de los más recientes. Y es que después de desequilibrarme durante varios años estudiando algo que no era lo mío como Ingeniería Mecánica, puedo sentir que me estoy equilibrando estudiando Magisterio. El tiempo dirá si es cierto que alcanzo ese equilibrio del que habla Piaget.

¡Hasta la próxima!

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